Valdeorras
A Veiga es el ayuntamiento de Ourense con mayor extensión. Es también el municipio en el que se encuentra el punto más alto de la comunidad. Se trata de Peña Trevinca que con sus 2.127 metros de altitud, domina un paisaje caracterizado por el blanco de la nieve en invierno, y la frondosa vegetación que invade, allá donde lo permite el agua de embalses y ríos, todos los rincones del término municipal en cuanto llega la primavera. Muy rico en especies vegetales y animales, A Veiga es el destino obligado para los amantes de la naturaleza virgen, de la tranquilidad y el sosiego, pero también de los que busquen historia, arte, tradición, o de los que quieran la belleza de las playas de arena en pleno interior de la provincia de Ourense.
Este ayuntamiento atesora, entre otros reconocimientos, el Premio Bandera Verde, en la modalidad de mejor acción en la conservación de la biodiversidad, por su labor de divulgación del espacio natural de Peña Trevinca. La Red Etnográfica conservada en el municipio recibió el Premio Agader de embellecimiento del medio rural gallego, y está entre los seleccionados para su declaración como Municipio Etnográfico.
REDE ETNOGRÁFICA
A Veiga es uno de los pocos ayuntamientos que ha puesto en marcha un programa de rehabilitación y conservación de un número relevante de edificiaciones en las que hasta hace no muchos años se ejercían oficios tradicionales. La creación de esta red se ha convertido en uno de los mayores atractivos del municipio. Está integrada por tres molinos, dos telares, un horno comunal, un pajar y una forja, que se distribuyen en núcleos de poblaciones diferentes. En Vilaboa puede visitarse el Telar de Ermida. En Corzos, el Molino de los Carballos y la Forja del Pueblo. En Espiño, el Horno Comunal, mientras que el Telar de Camila está en Meixide, y el Molino y Puente de las Lastras se encuentran en Edreira. En el camino que une las poblaciones de Xares y Ponte está el Molino de Manuel de Benigno, y en Requeixo puede verse el Museo del Lino, situado en el Pajar del Jardín. Los propios vecinos hacen de guía para los visitantes.
CASTROS
De la historia más remota de A Veiga dan fe tanto los castros como los restos celtas y prerrománicos descubiertos en el municipio. Las edificaciones más antiguas catalogadas en el término municipal son las llamadas "mámoas", construcciones de piedra de la época prehistórica. En la aldea de Meda pueden verse "A Pedra Má" y "As Pouliñas", y en Xares se encuentra "O Lombeiro da Peña Escrita". En la Casa dos Baqueiros, en Ponte, hay unos grabados que los expertos consideran de origen prerromano.
En cuanto a los castros (antiguos recintos fortificados) son muchos los que pueden visitarse, aunque en dispar estado de conservación. Los más destacados son el que está situado en la población de Castromao; el de Corbaceiras, en el pueblo de Corzos; el de las Mourinalas, en Espiño; el de Lama Rednda, en Lamalonga; el de la Espenuca, en Prada; y el Castro das Caborcas, en Requexo.
CÁNTARA DA MOURA.
En el río Corzos, cerca de la población del mismo nombre, hay una zona natural con varias cuevas de piedra, una gran vegetación y cascadas de agua en todo el entorno. En la Cántara da Moura, una de esas oquedades, el río ha formado una piscina natural, y el agua sale de nuevo al exterior, a traveés de una puerta en forma de cascada.
El nombre de esta cueva hace referencia a una leyenda que cuenta la historia de una hermosa "moura" (un hada) que, al parecer, residía en ella. Un día, salió al exterior para sentarse en la margen del río, donde peinaba sus largos cabellos dorados con un peine de oro, mientras esperaba la llegada de las jóvenes de Corzos que cuidaban del ganado. Cuando las mujeres pasan a su lado, deja caer su peine. Dice la leyenda que, si la joven se para a recoger el peine, será recompensada con unas monedas de oro. Si no se detiene será castigada por la "moura", que la convertirá en una piedra como las muchas que hay en la zona. Se trata de un lugar con encanto y que desprende magia.
O ENCORO DE PRADA
El aprovechamiento del embalse de Prada es uno de los elementos fundamentales del atractivo turístico del ayuntamiento de A Veiga. Todo el que visita el embalse se encuentra con tranquilas zonas de descanso bajo el abrigo de frondosos árboles, pero también playas de arena que invitan a disfrutar del sol y de los deportes fluviales. En el centro del embalse hay una isla, la de Preboubo.
En los márgenes de los 11 kilómetros o 25 de perímetro de embalse están seis poblaciones, entre ellas A Veiga, además de Casdenodres, Castromarigo, Candeda, Meda, Prada, Corexido, Vilaboa y Santa Cristina. La isla de Preboubo es un espacio natural situado en el centro del embalse, con playas, grandes rocas y una vegetación que anima a la contemplación y el descanso.
La playa fluvial de los Franceses es la más importante de este municipio. Está situada en la margen izquierda del río Xares, a su paso por A Veiga, y es un lugar ideal tanto para disdrutar del agua y del sol, como para la práctica de diferentes deportes acuáticos. En la propia playa se dispone de una gran oferta de actividades para los visitantes: piragüismo, esquí, natación, motonáutica y pesca, y hasta alquiler de embarcaciones deportivas. La playa cuenta con duchas, aseos y servicios de socorrismo y vigilancia.
El catamarán puesto en marcha por el Ayuntamiento de A Veiga tiene su salida en la Playa de los Franceses y realiza excursiones por el embalse durante los meses de verano. Entre otros lugares, se visita la Isla de Prada y se navega por encima de la aldea de Alberguería, que quedó cubierta por las aguas en los años 50, cuando se construyó el embalse.
En la margen derecha, también en la localidad de A Veiga, puede recorrerse el paseo fluvial, en el que destaca el Bosque de las Esculturas y el Aula de Naturaleza.
RUTAS TURÍSTICAS